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Mostrando entradas de octubre, 2018

Sin postres

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En català aquí:    _ _ _ _ _ _ _ _ _ Habíamos terminado de comer un arroz muy bueno en un restaurante de playa y nos trajeron la carta de postres. Mi compañero de mesa, un chico de Guinea Conakry de 16 años que había llegado a España en patera hacía 10 días, levantó la cabeza para comentarme algo. Compartía unos días con nosotros por casualidades de la vida y comíamos juntos. Con la carta en la mano me dice: "No pidas nada más, eso te lo han llevado sólo porque gastes más. Porque, comida ya hemos comido, estamos hartos, hemos comido lo suficiente y no necesitamos nada más". El resto de comensales lo escuchó. Lo decía en inglés, pero el contenido era muy claro  y traspasaba la frontera del idioma. Y el mensaje era muy simple y contundente. Los niños que había en la mesa, ajenos a la conversación, pidieron su deseado helado. El resto no pedimos postres. La afirmación era de una evidencia tan abrumadora, de una sencillez tan evidente, de una intuición tan fuerte, de un

Estoy disponible

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En català aquí:    _ _ _ _ _ _ _ _ _ El 5 de Octubre murió mi padre. En el recordatorio había este texto que le ha escrito su propia silla de ruedas. Estoy disponible. Hace años que estoy ayudando a Jaume a ir arriba y abajo. Llegando donde él no podía llegar solo. Le costó ver, antes de conocerme, que yo podía ser una buena compañera de viaje, pero luego ya hemos sido inseparables hasta hoy. Ahora ya vuelvo a estar disponible. Me gustaría poder compartir otra vida con alguien como Jaume. Alguien que como él, no se haya quejado de la enfermedad.  Alguien que, a pesar de la molestia, no me eche la culpa de la llaga por mi asiento. Alguien siempre afable y siempre dispuesto a sonreír, como él. Y llegar a todas partes donde podamos llegar juntos.  Alguien con la serenidad y tranquilidad de Jaume. Siempre parecía estar en paz.  Alguien al que todos se acerquen a pedir consejo, charlar o a escuchar, porque en Jaume tenía este don de saber aconsejar tanto si ea de números,

Dos historias reales que rara vez salen en la prensa

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En català aquí:    _ _ _ _ _ _ _ _ _ Llovía con alegría. David, a pesar de ser invidente, lo sabía. Su fino oído y olfato se lo dicen a él, antes que al resto. Un bastón blanco, para la mayoría, refleja más discapacidades de las reales. Un chico que ignoraba esto se le acercó y le dijo: – No salga, llueve mucho. – Muchas gracias -le respondió- pero saldré igualmente porque me esperan. – Entonces le acompañaré. – No hace falta – Sí, sí, no me cuesta nada. La grafía no permite entrever lo que el acento o la vista nos delatarían. Quien le hablaba, era un mantero que estaba en plaza Catalunya. Al final de la conversación David salió después de convencer a su interlocutor que podía ir solo. Otra historia . Caminaban de noche. Eran un grupo de siete. Estaban fatigados porque llevaban un viaje de autobús de más de 18 horas, y uno previo de muchos más kilómetros. – Eh! ¡No podemos continuar! -dijo uno. – ¡Es cierto, aquella chica necesita ayuda! – ¿Qué chica? -dijo una de l