Sin postres
En català aquí: _ _ _ _ _ _ _ _ _ Habíamos terminado de comer un arroz muy bueno en un restaurante de playa y nos trajeron la carta de postres. Mi compañero de mesa, un chico de Guinea Conakry de 16 años que había llegado a España en patera hacía 10 días, levantó la cabeza para comentarme algo. Compartía unos días con nosotros por casualidades de la vida y comíamos juntos. Con la carta en la mano me dice: "No pidas nada más, eso te lo han llevado sólo porque gastes más. Porque, comida ya hemos comido, estamos hartos, hemos comido lo suficiente y no necesitamos nada más". El resto de comensales lo escuchó. Lo decía en inglés, pero el contenido era muy claro y traspasaba la frontera del idioma. Y el mensaje era muy simple y contundente. Los niños que había en la mesa, ajenos a la conversación, pidieron su deseado helado. El resto no pedimos postres. La afirmación era de una evidencia tan abrumadora, de una sencillez tan evidente, de una intuición tan fuerte, de un