Dignidad detrás de una muerte anónima.

CAT Hay 80 pequeñas maderas en el suelo de la explanada de la catedral de Barcelona simétricamente distribuidas. Cada madera con el nombre de una persona y la inicial del apellido. Y la edad. Al lado unos zapatos. Suena la música que cuatro jóvenes hacen en directo. Y alguien lee un nombre. Se ilumina una luz de una madera en concreto y una persona deposita una rosa blanca y tras un breve silencio se oye el siguiente nombre y se ilumina la madera contigua y se repite el sentido detalle de depositar una flor. Así 80 veces. Mucho público lo sigue en silencio. Un espacio de silencio en medio de una plaza llena de turistas que intentan entender que pasa, pero respetan. Como un regalo caen pompas de jabón poco a poco y aisladamente. Ceremoniosas y lentas. Las hace un joven para conseguir dinero de los turistas, pero las burbujas por iniciativa propia se suman al acto. Silencio. Más música en directo y cantos de una coral. Algún nombre provoca una respiración profunda en algunos que le ...