Pobreza más allá de la falta de dinero.

CAT

Hoy es el día internacional de la pobreza. Y cuando hablamos de pobreza, la imagen que nos viene es la de un mendigo o la de alguien que pasa hambre. O si miramos mar allá, en un niño desnutrido y normalmente en África. Son los marcos mentales que tenemos.

Son las imágenes de pobreza que tenemos. Pero hay mucha pobreza que no vemos ni veremos nunca. Hay mucha pobreza escondida. Sólo así se entienden las cifras que nos dicen que en Cataluña una de cada cuatro personas es pobre. Pocos de los que lea esto serán capaces de ver este porcentaje en su entorno.

Y éste es el primer problema. Que una parte de la pobreza es invisible. Una parte muy grande. La que queda dentro de cada casa.

Y por si no fuera suficiente con esta invisibilidad, tenemos otro sesgo que es que cuando hablamos de pobreza, sólo pensamos en la económica. Como si no hubiera más pobrezas y como si las personas pobres, sólo les faltara dinero.

No. La pobreza es estructural. Y diversa. Hay pobreza económica, pero también las hay de cultural, conocimientos, recursos, entorno, red social, energética, oportunidades... y muchas más. Y no olvidemos que también hay una pobreza ligada al género.

Y las pobrezas tienden a entrelazarse todas en un ejercicio de solidaridad infernal y perverso y acaban concentrándose en las mismas personas y lugares.

Podemos encontrar a gente que sólo tenga pobreza económica, y también que sólo la tenga de cultural o de conocimientos. También puede haber quien sólo tenga pobreza social y no tenga a nadie en su entorno. Pero lo habitual es que las personas en situación de pobreza tengan entrelazadas más de una pobreza.

Si pensamos en la invisibilidad de la pobreza y en sus diversidades, hoy que es el día mundial de la pobreza, nos daremos cuenta que la económica no es la única solución.

Cuando luchamos por escuela de calidad para todos, vivienda digna, salarios dignos, cuando damos oportunidades, cuando luchamos contra la desigualdad redistribuyendo recursos, dinero, opciones y oportunidades, entonces estamos luchando contra la pobreza de verdad.

La desigualdad y la pobreza son transversales en todas las sociedades. Con incidencias distintas pero transversales. En el mundo globalizado que tenemos, también las pobrezas son interdependientes como lo es todo, por lo que el simbólico 0,7% al que nunca hemos llegado, sigue siendo una manera de explicar que, o hacemos una mirada global, o no podremos abordar el tema.

La verdadera causa de la pobreza hoy, y siempre pero hoy más, porque se ha incrementado, es la desigualdad. Y el 0,7% siempre había querido ser una forma de reducir desigualdades, incluso más allá de nuestra frontera. Por eso es necesario mantenerlo mientras seguimos aplicando políticas redistributivas tanto en nuestro país como globalmente.


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