La prueba del algodón, Yemen.

"Si me piden dónde tengo que estar hoy y aquí, es en la defensa de los intereses de España y el trabajo de sus sectores estratégicos." Esta es la respuesta de Pedro Sánchez cuando le pidieron en el "Congreso" que suspendiera la venta de armas a Arabia Saudí.

Su entorno ha considerado que esta era la mejor salida, la que entendería la gente y le permitiría no perder votos. Esta es tristemente la lógica de muchas decisiones gubernamentales.
Y es grave (y podría ser la de cualquier presidente del gobierno) porque es el caballo de Troya de la injusticia en nuestro mundo. Esconde en su interior el gran problema de la democracia y es el síntoma de un sistema que no permite hacer frente a los problemas reales de nuestro planeta.

La frase esconde que las fronteras definen privilegios. Es igual si lejos de aquí lo que yo hago provoca miles de muertos o un grave problema, si evito que aquí alguien pierda el trabajo o un negocio. Y esto nos pasa con las armas, con el petróleo, el cambio climático, el comercio internacional, los paraísos fiscales, los migrantes, etc.

Tenemos líderes políticos con mirada de corta distancia, tanto en tiempo como en espacio. Es decir, analizan las cuestiones con la mirada puesta a pocos años vista (los que falten para las próximas elecciones) y la distancia que los separa de la frontera con el país vecino. Así establecemos unos derechos diferentes en función del pasaporte en vez de hacerlo en función de la esencia de lo que somos, seres humanos. Y sólo pensando en un territorio concreto y pequeño, olvidando que todos formamos parte de un mismo y único planeta.

En su descargo sólo puedo decir que este es el gran inconveniente del sistema democrático occidental. En lógica política, hay que hacer las cosas pensando en periodos electorales de 4 años y pensando sólo en los que los pueden votar, porque sólo éstos podrán evaluar y mantener o no sus cargos. Tenemos problemas de alcance mundial y de medio y largo plazo y un sistema electoral que es de ámbito local y de corto plazo. Se necesitan políticos muy maduros (estadistas) o un sistema diferente, porque el modelo "estado" y el "democrático", no permite hoy dia, hacer frente a los problemas reales globales. Y en esto, los gobiernos, sean del signo que sean, están fallando uno tras otro. Ni visión global, ni cooperación internacional (73% de recorte y la gran olvidada del acuerdo Podemos-PSOE), ni una coherencia de políticas interna, ni un posicionamiento internacional centrado en los Derechos Humanos.

Tanto los políticos como los ciudadanos, tenemos la vista más puesta aquí, que a lo que pasa en el mundo y al planeta que heredarán nuestros hijos. Tanto ellos como nosotros tenemos que denunciar estas actitudes y castigar estos posicionamientos. Por el bien de todos y también por el de nuestros hijxs y nietxs.


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Artículo publicado en la revista "El Portal" de Centelles num. 291 de Novembre del 2018 i en Catalunya Plural.   

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