Templos y personas. Notre Dame


La tarde del 15 de abril se quemaba Notre Dame. Las televisiones lo retransmitían en directo. El incendio, y al mismo tiempo el sufrimiento de miles de franceses que veían como quemaba todo  un símbolo. Y el fuego hacía desaparecer en pocas horas, siglos de trabajo e historia. Una tragedia. Es difícil imaginar las horas y horas de trabajo, sudor e ilusión que había en este cupula.

Antes de que acabara el incendio aparecieron las primeras noticias de donativos para reconstruir Notre Dame. Y al día siguiente había más de 1.000 millones de € disponibles. Si, más de 1.000 millones.

¿Porque algunas tragedias reunen 1.000 millones en menos de 24 horas y otros no consiguen ni un €? ¿Porque entre 4 personas o empresas pueden regalar 1.000 millones en pocas horas sin que ni ellas ni sus empresas se resientan? ¿Hasta qué punto era una operación de publicidad? ¿Por que alguien puede tener tantos millones para dar cuando la inmensa mayoría no verá un solo millon en toda su vida? No nos podrán volver a decir que no hay dinero para según qué.

La desigualdad extrema tiene eso. Exactamente esto. Personas (pocas, el 1%) con dinero que no se podrán gastar ni en toda su vida, al lado de personas (muchas, el 99%) que están a años luz de esta realidad y la mitad de las cuales no pueden cubrir siquiera el día a día, la alimentación, la vivienda, o una mínima atención sanitaria.

Esta desigualdad extrema puede ser fruto del talento personal pero la mayoría de veces, en concreto dos tercios, son fruto de herencias y legados. De personas cuyo unico mérito es ser hijos o hijas de quien son. Personas que pueden dirigir su dinero impunemente a conseguir cambiar leyes para favorecer su capacidad de acumular todavia más dinero. Cuando dicen que manda el Ibex35, quieren decir exactamente eso.

Y cuando hay una situación como la de Notre-Dame, nos olvidamos repentinamente de todo esto y admiramos acríticamente la generosidad de estas personas y empresas.

Hemos olvidado que esta acumulación de dinero puede llegar a ser legal, pero es inmoral. La riqueza en el mundo es finita. Pero es sufciente para que todas las personas vivan con dignidad. Teniendo en cuenta estas dos premisas, cualquier euro que alguien tiene de más, es porque alguien lo tiene de menos.

Es bajo este prisma que es inmoral que este dinero afloren tan fácilmente para reconstruir edificios y casi nunca para salvar personas.



Artículo publicado en la revista "El Portal" de Centelles num. 297 de Mayo del 2019





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